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Destruyen la orilla de la laguna Sagrada de Iguaque “para protegerla”. Con dineros del Fondo Colombia en Paz ($1.6 billones de pesos) hacen una obra destructiva e innecesaria.

Aunque parezca completamente paradójico, la misma entidad encargada de vigilar y proteger lo sagrado de nuestros parques nacionales, levantó una obra a espaldas de la comunidad que no solo es un desastre ambiental sino que además se constituye en una profanación de una laguna sagrada mwizca.

De la laguna de Iguaque, según la mitología mwizca, surgieron el primer hombre y la primera mujer que poblarían la tierra. De modo que la laguna de Iguaque sería para los mwizcas algo así como el Paraíso cristiano. Pues bien, esa mujer llamada Bachué, emergió de la la laguna, según cuenta el mito mwizca, acompañada de un niño de tres años, el cual al crecer, sería su esposo y con él poblarían la tierra. Hasta ahí el mito.

Adelantemos la historia unos miles de años y al fin del siglo XV viene la invasión española, los tesoros mwizcas son robados, fundidos y llevados a España y la primera gran profanación española de un templo religioso mwizca se lleva a cabo hace 484 años, cuando los españoles queman el Templo del Sol en Sogamoso y se alzan con todo el oro mwizca, ofrendas hechas al sol, fuente de la vida, adorado por los mwizcas. Lo que se perdió ese día, jamás se recuperará. Un pueblo milenario fue invadido por una civilización inferior pero que contaba con armas de fuego y caballos y así y con la ayuda de algunos traidores, destruyó y esclavizó la civilización mwizca, se robó sus tesoros y la convirtió en un pueblo de esclavos que fue aniquilando poco a poco por el trabajo forzado y por las enfermedades que traían los españoles, desconocidas en este continente.

Adelantemos el reloj 484 años y una nueva profanación tiene lugar, esta vez en el lugar sagrado, cuna de la humanidad de los mwizcas, la Laguna de Iguaque. Allí con el pretexto de proteger el borde de la laguna de los turistas, ¡Parques Nacionales destruyó el borde de la laguna!, creando una gigantesca rampa que rompe con el paisaje y con la naturaleza, so pretexto de mejorar el turismo a la laguna, turismo que no es bienvenido por los residentes locales, quienes ya han protestado masivamente por esta obra hecha a sus espaldas y que jamás se socializó debidamente con las comunidades que comparten los terrenos del Santuario de Flora y Fauna de Iguaque: Villa de Leyva, San Pedro de Iguaque y Chíquiza. La justificación pueril de Parques Nacionales para no socializar la obra fue “que carecían de fondos para ello”, pero si tenían um billón y medio de pesos para adelantar unas obras tan inútiles como antiestéticas, carentes de sentido común al alterar el paisaje y profanar con la horripilate estructura, (una gram plataforma que instalaron), la historia viva de un lugar Sagrado, donde nadie los autorizó a emprender esa obra, que fue hecha a espaldas de la comunidad y sin consultar a la misma. Esta obra es un detrimento patrimonial por el dinero gastado en ella y por el daño ambiental y moral causado al Santuario de Fauna y Flora de Iguaque, que al igual que el Templo del Sol hace 484 años ha sido invadido y profanado con las mismas justificaciones de entonces: Allí hay dinero (oro para los españoles) y tenemos que tomarlo a la fuerza. El sitio sagrado puede desaparecer, pero para estos comerciantes de la historia, la cultura, la mitología y la decencia, con tal de que reciban a cambio sus miserables 30 monedas de plata, la destrucción valió la pena.

Las comunidades afectadas exigen el retiro inmediato de esta plataforma y que se paren las otras obras que se adelantan o que están proyectadas que profanan la Sagrada Laguna, ya que se pretende además establecer zonas de camping y levantar otras construcciones que implican la destrucción de la naturaleza sagrada para el uso de turistas que nadie quiere y que en nada benefician la preservación del Santuario de Fauna y Flora Iguaque.

Una vez expulsada toda esta invasión del Santuario, se hará una ceremonia para armonizar de nuevo la montaña con las fuerzas espirituales que la protegen y acobijan, y de donde proviene el precioso líquido que surte de vida cosechas, árboles milenarios, familias enteras y poblaciones para quienes la laguna de Iguaque es una fuente de vida y de contemplación y no una fuente para la profanación y la explotación turística.

Finalmente, hay que añadir esta nota sobre
El Fondo Colombia en Paz, de donde salieron los dineros para este proyecto:
“Créase el Fondo para una Colombia Sostenible como un instrumento para la financiación y/o inversión en proyectos de sostenibilidad ambiental y/o desarrollo rural en zonas con brechas de desarrollo en donde el Estado requiera incrementar su presencia. “. ¿Aplica acaso esto a Iguaque? ¿No se habría tenido que usar ese dinero donde sí se necesitaba de verdad, en “zonas con brechas de desarrollo en donde el Estado requiera incrementar su presencia”, que NO es el caso de Iguaque?

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