La ciencia del clima debería ser menos política, mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas. En particular, los científicos deberían hacer hincapié en que el resultado de sus modelos no es el resultado de la magia: los modelos informáticos están hechos por el hombre. Lo que sale depende totalmente de lo que los teóricos y programadores han puesto: hipótesis, suposiciones, relaciones, parametrizaciones, restricciones de estabilidad, etc. Por desgracia, en la ciencia climática dominante la mayor parte de estos aportes no se declaran.
Creer el resultado de un modelo climático es creer lo que han puesto los creadores del modelo. Éste es precisamente el problema de la conversación actual sobre el clima, en la que los modelos climáticos son fundamentales. La ciencia del clima ha degenerado en una conversación basada en convicciones, no en una ciencia autocrítica sólida. Deberíamos liberarnos de la ingenua convicción en modelos climáticos inmaduros. En el futuro, la investigación climática debe dar mucho más énfasis a la ciencia empírica.
No hay emergencia climática
Una red mundial de más de 1100 científicos y profesionales ha preparado este mensaje urgente. La ciencia del clima debe ser menos política, mientras que las políticas climáticas deben ser más científicas. Los científicos deberían tener en cuenta abiertamente las incertidumbres y exageraciones en sus predicciones sobre el calentamiento global, mientras que los políticos deberían contar desapasionadamente los costes reales, así como los beneficios imaginados de sus medidas políticas.
Tanto los factores naturales como los antropogénicos provocan el calentamiento.
El archivo geológico revela que el clima de la Tierra ha variado desde que existe el planeta, con fases naturales frías y cálidas. La Pequeña Edad de Hielo finalizó en fecha tan reciente como 1850. Por tanto, no es sorprendente que ahora estemos experimentando un periodo de calentamiento.
El calentamiento es mucho más lento de lo previsto.
El mundo se ha calentado mucho menos de lo que predijo el IPCC basándose en el forzamiento antropogénico representado. La brecha entre el mundo real y el mundo representado nos indica que estamos muy lejos de comprender el cambio del clima.
La política climática se basa en modelos inadecuados.
Los modelos climáticos tienen muchos defectos y no son ni remotamente plausibles como herramientas de política global. Exageran el efecto de los gases de efecto invernadero, como el CO2. Además, ignoran el hecho de que enriquecer la atmósfera con CO2 es beneficioso.
El CO2 es la comida de las plantas, la base de toda la vida en la Tierra.
El CO2 no es un contaminante. Es esencial para todos los seres vivos de la Tierra. La fotosíntesis es una bendición. Más CO2 es beneficioso para la naturaleza, haciendo más verde la Tierra: el CO2 adicional en el aire ha fomentado el aumento de la biomasa vegetal global. También es bueno para la agricultura, aumentando el rendimiento de los cultivos en todo el mundo.
El calentamiento global no ha aumentado las catástrofes naturales.
No hay pruebas estadísticas de que el calentamiento global esté intensificando los huracanes, las inundaciones, las sequías y otras catástrofes naturales similares, o haciéndolas más frecuentes. Sin embargo, hay muchas pruebas de que las medidas de mitigación del CO2 son tan perjudiciales como costosas.
La política climática debe respetar las realidades científicas y económicas
No hay ninguna emergencia climática. Por tanto, no hay motivos para el pánico y la alarma. Nos oponemos firmemente a la política de CO2 neto, perjudicial y poco realista, propuesta para 2050. Si surgen enfoques mejores, y sin duda lo harán, tenemos tiempo de sobra para reflexionar y readaptarnos. El objetivo de la política mundial debería ser la “prosperidad para todos” proporcionando energía fiable y asequible en todo momento. En una sociedad próspera, los hombres y las mujeres están bien educados, las tasas de natalidad son bajas y la gente se preocupa por su entorno.
Epílogo
La Declaración Mundial sobre el Clima (DMC) ha reunido a una gran variedad de científicos competentes de todo el mundo*. Los considerables conocimientos y experiencia de este grupo son indispensables para alcanzar una visión equilibrada, desapasionada y competente del cambio del clima.
A partir de ahora, el grupo va a funcionar como “Grupo de Inteligencia Climática Global”. El Grupo CLINTEL dará asesoramiento solicitado y no solicitado sobre el cambio del clima y la transición energética a gobiernos y empresas de todo el mundo.
No es el número de expertos, sino la calidad de los razonamientos lo que cuenta.
Declaración Mundial sobre el Clima más todos los firmantes en pdf
Los abajo firmantes: EMBAJADORES DE LA CMD
PREMIO NOBEL PROFESOR IVAR GIAEVER NORUEGA/ESTADOS UNIDOS PROFESOR GUUS BERKHOUT/PAÍSES BAJOS
DR. CORNELIS LE PAIR / PAÍSES BAJOS
PROFESOR REYNALD DU BERGER / CANADÁ FRANCÓFONO BARRY BRILL / NUEVA ZELANDA
TERRY DUNLEAVY / NUEVA ZELANDA
VIV FORBES / AUSTRALIA
PROFESOR JEFFREY FOSS † / CANADÁ DE HABLA INGLESA
JENS MORTON HANSEN / DINAMARCA
PROFESOR LÁSZIÓ SZARKA / HUNGRÍA
profesor seok soon park / corea del sur
PROFESOR JAN-ERIK SOLHEIM / NORUEGA
SOTIRIS KAMENOPOULOS / GRECIA
FERDINAND MEEUS / BÉLGICA DE HABLA HOLANDESA
PROFESOR RICHARD LINDZEN / ESTADOS UNIDOS
HENRI A. MASSON / BÉLGICA FRANCÓFONA
PROFESOR INGEMAR NORDIN / SUECIA
JIM O’BRIEN / REPÚBLICA DE IRLANDA
PROFESOR IAN PLIMER / AUSTRALIA
DOUGLAS POLLOCK / CHILE
DR. BLANCA PARGA LANDA / ESPAÑA
PROFESOR ALBERTO PRESTININZI / ITALIA
PROFESOR BENOÎT RITTAUD / FRANCIA
DR. THIAGO MAIA / BRASIL
PROFESOR FRITZ VAHRENHOLT / ALEMANIA
EL VIZCONDE MONCKTON DE BRENCHLEY / REINO UNIDO DUŠAN BIŽIC ́ / CROACIA, BOSNIA Y HERZEGOVINA, SERBIA Y MONTE NEGRO
World Climate Declaration