A partir del 16 de noviembre de 2021, Colombia no tendrá nada que envidiarle a la Alemania nazi. En la Alemania Nazi se sacó un pasaporte de genealogía obligatorio en 1933 para excluir a los judíos de posiciones estatales y para marginarlos socialmente.
En Colombia se pedirá un certificado de vacunación, equivalente al pasaporte genealógico, este para garantizar la pureza de la raza aria, aquel para garantizar la pureza del que supuestamente no está contaminado por un virus ni puede transmitirlo.
Sin embargo el certificado de vacuna al igual que el pasaporte nazi solo es un engaño. Bajo los nazis, el pasaporte servía para identificar a los judíos, aislarlos y eventualmente matarlos.
En Colombia el certificado de vacunación es un certificado inútil, ya que la vacunación NO sirve para nada. El mismo director de la OMS lo ha dicho claramente: “La vacuna NO previene el COVID”. (énfasis nuestro). (Ver: https://escritoresyperiodistas.online/index.php/2021/11/05/director-de-la-oms-la-vacuna-no-previene-el-covid-pero-previene-una-enfermedad-grave/)
Entonces, ¿para qué vacunarse con una vacuna que no previene nada? Es como tomarse una droga para, por ejemplo, la fiebre, que dijera. “Esta droga no baja la fiebre”. Lo que es más, en este neonazismo colombiano, los no vacunados no podrán asistir a eventos masivos y a ciertos lugares públicos o a lo que el gobierno le dé por llamar evento masivo, solo los vacunados podrán asistir, ¿pero saben qué? Los vacunados pueden ser contagiosos, los vacunados se enferman y los vacunados o se pueden morir por la vacuna o morir por el COVID, ¡porque la vacuna NO previene el COVID! Entonces, juntarán a todos los vacunados en una especie de plato de Petri gigantesco, donde se contagiarán mutuamente, algunos o muchos morirán y las muertes por la vacuna o por el COVID se las achantarán absurdamente a los no vacunados.
Teniendo en cuenta que este gobierno promueve la ignorancia, el terror y el lavado cerebral, a los VACUNADOS nunca les llegó la noticia de que tienen un sistema inmunológico que puede acabar con el virus, que pueden subir sus sistema inmunológico simplemente tomando vitamina D y que ya existen drogas que previenen de verdad el COVID (al contrario de la falsa vacuna), tales como la ivermectina y que lo curan, tales como la ivermectina misma y la hidroxicloroquina. ¿Entonces la vacuna para qué? Tal vez la respuesta está en los 93 billones en ganancias que Pfizer ha obtenido con su innecesaria y peligrosa vacuna, que lleva reportados más de 17 mil muertos a causa de la misma en el sistema VAERS de los USA y más de 800 mil efectos adversos.
La pregunta que se haría un ser racional y pensante debería ser: ¿Para qué exponerme a los peligros de la vacuna si ya hay drogas que previenen y curan el COVID sin causar la muerte y ningún efecto colateral?
Cada vacunado está jugando a la ruleta rusa con su vida y el gobierno de Duque está siguiendo ciegamente los dictados de la OMS, dirigida por un etíope acusado de genocidio en su propio país y cuya organización recibe cientos de millones de dólares por parte de Bill Gates y las farmacéuticas para promover las fatídicas e innecesarias vacunas.
¡Bienvenidos al fascismo, tengan a la mano su certificado de vacunación, o rebélense para que no haya discriminación y genocidio como lo hubo en la Alemania nazi!