Medio mundo sabe
Que la pandemia es una farsa
Que nos arruinaron sin necesidad
y con perversidad
Que nos encerraron, aterrorizaron,
distanciaron, enmascararon
nos ocultaron la verdad
Medio mundo sabe
que esto fue un crimen
por el cual nadie va a pagar
Medio mundo sabe
que con mascarillas
apenas podemos respirar
y que sin trabajar,
dejaremos para siempre de respirar
Medio mundo sabe
que inflaron los muertos
y que los verdaderos muertos
eran en su mayoría ancianos
y que usaron sus muertes
para perpetuar el engaño
Pero, otro medio mundo
también se sabe de memoria
las falsedades que la prensa y los gobiernos
acaban de publicar,
prefieren ser fieles a la mentira
que engañarla con la verdad,
porque como dijera Mark Twain:
“Es más fácil engañar a la gente,
que convencerla de que han sido engañada”,
y, así muchos preferirán morir
a nombre de su nueva religión, San Virus,
porque es ya artículo de fe
que el que no crea en el virus
es un hereje
y merece morir en la hoguera de Facebook
en el potro de tortura de Twitter
y en los calabozos de Google,
hay que perseguir y crucificar
al que se atreva a sacar
a los mercaderes de mentiras
del templo de la verdad,
pero, tenemos el deber de denunciar,
exponer, desenmascarar,
derrotar, derribar
a todos estos falsos ídolos
invisibles, incendiarios,
porque como dijera George Orwell:
“En tiempos de engaño universal,
decir la verdad
se convierte en un acto revolucionario”.
Todo lo enmascaran lo disfrazan sutilmente a lo bueno lo llaman malo. En esos hospitales han matado a más gente entubandolos y hasta infectando los. Este planeta no durará mucho nos querrán poner la vacuna del 666 el número de la bestia